lunes, 25 de mayo de 2009

TRABAJO PRÁCTICO Nº 2. Cuento infantil convertido en noticia.

La Bella Durmiente
Hace mucho tiempo, en un país muy lejano, el rey Esteban y su esposa deseaban tener una hija. al fin nació una pequeña, a quien llamaron Aurora. El rey ofreció una fiesta magnífica, a la cual asistieron nobles y campesinos; caballeros con sus damas. ¡ Una multitud se congregó en el castillo!
El rey Esteban le dió la bienvenida a su buen amigo, el rey Humberto, quien llevó consigo a su hijo Felipe. Ambos reyes se pusieron de acuerdo para que, cuando fuesen mayores, los dos príncipes se casasen.
Entre los invitados estaban las tres hadas buenas Flora, Fauna y Primavera. Cada una de ellas le hizo un don especial al bebé. Moviendo su varita mágica, Flora dijo: - Mi regalo es la belleza.
- El mío- dijo Fauna- es el don del canto.
Era el turno de Primavera. Pero antes de que pudiese hablar, las puertas del castillo se abrieron. Hubo truenos y relámpagos. Una pequeña llama apareció y fue tomando la forma de la bruja Maléfica. Su mascota, un cuervo negro, se posaba en el hombro.
Maléfica estaba furiosa por no haber sido invitada a la fiesta. Ahora se vengaría.
-Yo también tengo un regalo para la recién nacida - grunó.
Efectivamente será hermosa. Pero antes de que el sol se oculte, el día que cumpla dieciséis años, se pinchará con el huso de una rueca, y ¡morirá!
Con una risa cruel, la bruja desapareció.
Pero Primavera todavía tenía su don por conceder. Trataría de deshacer la maldición de Maléfica. Y dijo así:
- Si por causa de un maleficio feo, con un huso pinchas tu dedo, no caerá sobre tí la muerte: dormirás en un sueño inerte.
Cuando recibas un beso enamorado será roto el hechizo malvado.
El rey Esteban ordenó quemar todas las ruecas del reino. Pero todavía le temía a la maldición de Maléfica. Las hadas idearon un plan: se llevarían a Aurora a vivir con ellas, en lo profundo de un bosque, a salvo de Maléfica.
El rey y la reina accedieron. Con el corazón entristecido, vieron como las hadas se llevaban al bebé del castillo.
Para guardar su secreto, las hadas se disfrazaron de campesinas y le cambiaron a Aurora su nombre por el de Rosa. Los años pasaron y Rosa se convirtió en una bella joven.
Finalmente llegó el día en que cumplía dieciséis años. Para darle una sorpresa, las hadas la mandaron al bosque a recoger cerezas. Ellas, mientras tanto, le harían un pastel y un lindo traje.
Rosa bailaba y cantaba alegremente junto a sus amigos los pájaros y los otros animales. Ella les habló de su deseo de encontrar un hombre alto y apuesto, del cual enamorarse.
Un apuesto joven se acercaba en su caballo. Cuando escuchó a Rosa cantar, desmontó y se escondió detrás de unos arbustos para mirarla. Luego se acercó y la tomó de la mano. Rosa estaba sorprendida.
-No quise asustarte- sonrió el joven-, pero siento como si ya nos conociésemos.
Rosa estaba muy felíz. Ella y su admirador se miraban a los ojos. El joven no sabía que ella era la princesa Aurora, y ella no sabía que él era el príncipe Felipe, a quien había sido prometida en matrimonio hacía muchos años. De vuelta en la cabaña, las hadas le dieron a Rosa sus regalos de cumpleaños. Ella, por su parte, les contó que estaba enamorada.
- ¡Imposible! - gritaron-, y le contaron la verdad: ella era una princesa real, prometida en matrimonio a un príncipe. Ya era tiempo de regresar al hogar. Aurora estaba muy triste de tener que abandonar a su joven desconocido.
El cuervo de Maléfica, posaba en la chimenea de la cabaña, lo había escuchado todo. Se dirigió a donde su dueña para contarle que la princesa retornaba, finalmente, con sus padres.
Maléfica corrió hacia el castillo. Allí, usando sus poderes mágicos, condujo a Aurora hacia una torre. En el cuartito apareció, súbitamente, una rueca.
- Toca el huso- ordenó Maléfica- ¡Tócalo, te digo!
Las tres hadas buenas corrieron a rescatarla, pero ya era demasiado tarde. Aurora había tocado el agudo huso, y caído instantáneamente en un profundo sueño. La maldición de Maléfica se había hecho realidad.
Las hadas estaban molestas. - Pobres el rey Esteban y la Reina- dijo Fauna.
- Van a morir de tristeza- dijo Primavera.
- No todo está perdido- dijo Flora-. Los pondremos a dormir a todos, hasta que se despierte la princesa.
Las tres hadas esparcieron un polvo que hizo dormir a todo el mundo en el castillo.
Entretanto, la bruja había capturado y encadenado a Felipe. Pero las hadas buenas tenían planes para él. Usando su magia, fundieron las cadenas del príncipe y le fabricaron un escudo de la Virtud y una espada de la Verdad. Luego lo enviaron al castillo, para que despertase a la princesa.
La bruja le arrojó pesadas piedras al príncipe cuando lo vió huir. Pero él, valiente, continuó.
Al llegar al castillo de Aurora, Maléfica hizo que un bosque de espinos creciera a su alrededor. El príncipe cortó los espinos con su poderosa espada.
Llena de furia, la bruja subió a la torre más alta del castillo. Allí se convirtió en un monstruoso dragón.
- ¡Enfréntate ahora conmigo, oh, príncipe- rugió-, y con las fuerzas del mal!- Maléfica escupía llamaradas. Felipe se protegía con el fuerte escudo.
¡Sonaban truenos! ¡Las llamas casi lo envolvían! El príncipe luchaba valientemente. Guiado por las hadas buenas, lanzó su espada mágica como una flecha, enterrándola en el corazón de la bestia, que calló muerta.
El príncipe Felipe corrió hacia el castillo, en donde dormía su amada. Dulcemente, la besó. ¡Y Aurora abrió los ojos! todo el mundo se despertó también. El rey y la reina estaban dichosos de ver a Aurora otra vez. Pronto empezaron a preparar el matrimonio. Las hadas buenas estaban radiantes también. Todo había terminado como debía ser: vivirían felices siempre.
FÍN.
- ¿Qué? El príncipe Felipe despertó de un profundo sueño a la princesa Aurora.
- ¿ Cómo? Dándole un beso de amor después de haber luchado y matado a la bruja que estaba convertida en un dragón.
- ¿Cuándo? Hace mucho tiempo
- ¿Dónde? En un país muy lejano
- ¿Por qué? La bruja Maléfica se enojó al no haber sido invitada a la fiesta de nacimiento de la princesa Aurora. Entonces, la maldijo, pero un hada pudo contrarrestar el hechizo pidiendo un deseo.
Dormitaba profundamente por un hechizo
Príncipe despertó a una princesa con un beso de amor
Luego de que la joven volvió en sí, los Reyes comenzaron a preparar el matrimonio.
El príncipe Felipe de España (20) despertó de un profundo sueño a la princesa Aurora (16), hija del rey Esteban y de su esposa. Pudo hacerlo luego de forcejear con la culpable, una mujer que practicaba magia negra y que además de secuestrarla la había hechizado hace ya una semana. La misma se habría desmayado en el acto, por golpearse la cabeza contra el cordón de una vereda.
El joven príncipe había seguido cuidadosamente los pasos de esta mujer y los de su pareja. Luego, corrió hacia el garage donde se encontraba secuestrada la princesa y le dió un beso de amor rompiendo el maleficio, inmediatamente dió aviso a las autoridades, las cuales se hicieron presentes en el lugar con urgencia.
El hecho se produjo el Viernes pasado, en el distrito de Fuencarral, ubicado en la parte norte de la ciudad capital de Madrid (España). La mujer, involucrada en el secuestro, fue llevada la hospital más cercano y se la identificó como Lucrecia Molina (45) oriunda de Portugal. La cuál, de acuerdo a las principales hipótesis, pretendía mantener dormida y secuestrada a la princesa mediante un hechizo realizado con magia negra ( que se deshacía con un beso puro y de amor verdadero) para posteriormente pedir un cuantioso rescate a la realeza española.
La implicada en el hecho permanecerá en el hospital de Fuencarral, por una herida cortante en la cabeza, hasta ser juzgada la semana próxima por Privación ilegítima de la libertad en el Tribunal Nº 1 de la ciudad de Madrid.
Al enterarse de lo sucedido, los reyes se conmovieron, pero al ver que la princesa se encontraba bien comenzaron a preparar su matrimonio con el príncipe Felipe.
Emilce Smith Verón Chayep

No hay comentarios:

Publicar un comentario