TRABAJO PRÁCTICO Nº 8: MIS TRES ÚLTIMOS LIBROS LEÍDOS

* LOS OJOS DEL PERRO SIBERIANO. DE ANTONIO SANTA ANA: Trata sobre un joven que contrae sida y se marcha de su hogar. Vive solo en un departamento, con un perro siberiano quién, según el joven, es el único que lo mira sin juzgarlo.
A pesar del alejamiento de su familia, su hermano menor lo visita frecuentemente y lo acompaña hasta sus últimos días de vida.

*LEER POR LEER: Es un libro con diversos cuentos y poemas de distintos autores como por ejemplo, Adolfo Bécquer, Elvio Romero, Pablo Neruda, etc. Lo leí al final del año pasado en un curso de literatura, que se brindaba los Sábados como apoyo para el último año del polimodal. El texto que más me gustó fue Porqué de Elvio Romero.

*COMO AGUA PARA CHOCOLATE. DE LAURA ESQUIVEL: Se trata de una mujer llamada Tita que desde pequeña le gustaba todo lo referente a la comida y a cocinar, entonces mientras crecía iba aprendiendo y realizaba recetas que provocaban efectos afrodicíacos en las personas que las comían. Así surgió el amor con el esposo de su hermana, pero éstos desde jóvenes se habían enamorado. No pudieron estar juntos al principio, porque Tita era la hija mayor, y según la tradición familiar, debía dedicarse al cuidado de su madre. Al final, logran estar juntos.

TRABAJO PRÁCTICO Nº 7: GRABACIÓN DE UN PERIODISTA LOCAL Y DESGRABACIÓN LITERAL

Grabación del periodista Gustavo Ceballos, conductor del programa "Hasta que salga el sol", transmitido por Radio Valle Viejo. El operador del mismo es Javier Sosa.

Contexto: Dos oyentes le escriben al señor Gustavo Ceballos. El primero le preguntó si se sentía usado por los candidatos y el gobierno. La segunda, una señora de 70 años, le pidió que explique a que se refieren cuando hablan de "Candidaturas Testimoniales".

Ceballos le respondió a ambos, dando su opinión y citando un ejemplo.

A mi no me usaron porque, en los últimos años, yo no los voté. Ni a uno, ni a otro. Porque como no me conforman, no me gustan y mienten siempre, entonces no tengo porque darles mi voto de confianza. Y no se los doy.

Así, al que me dice ésto, a mi no me usaron. ¡ Ni me usarán! Yo no les debo nada a ellos y ellos no me deben nada a mí.

En cuanto a las candidaturas testimoniales, se trata de dar votos de confianza. Pero ellos, por ejemplo, cumplen una función en este momento. Algunos son intendentes, otros son gobernadores. Figuran en las listas para senadores, para diputados, pero es un testimonio que ellos dan a eso. Pero no van a asumir, muchos no van a asumir.

Algunos ya han renunciado y otros no. Eso es, darle un voto de confianza al partido. Y yo digo que es, normelmente, engañar al electorado. Porque si yo lo voto a Javier Sosa, que se va a postular para senador a pesar de que él, en este momento, es intendente; él cuando sea elegido senador no va a asumir. Va a renunciar a su candidatura para seguir siendo intendente. Entonces, me ha mentido. Yo lo he votado, con confianza y fe, y él me ha mentido. Porque él no va a asumir.

Hay algunos que ya han renunciado a su cargo, para formar parte de la lista. Ahora bien, por eso yo pregunté que opinan ustedes de la postulación de la vicegobernadora. ¿ Qué tendría que hacer la vicegobernadora? Renunciar a su cargo de vicegobernadora y presentarse en las elecciones con el cargo que va ahora. Eso sería lo ético y lo moral. No...lo vendría a ser...no es irregular desde el punto de vista legal. Lo pueden hacer porque no hay ninguna ley que se los impida. No hay ninguna ley, pero es desde el punto de vista moral y ético para la gente, que tiene la imagen de esa persona, a la cual la va a votar con fe. Y después esa persona va a decir: Muchas gracias pero no, no, yo no voy para ahí.

En lugar de ir Javier Sosa, ¿Sabe quién va? El que está segundo en la lista: Gustavo Ceballos. Pero ése es un malandra, un chanta, un delincuente. Gustavo Ceballos miente y ése va a asumir, exactamente. Y usted no lo votó a él, lo votó a Javier Sosa, que es honesto, serio, trabajador, que cumple con la gente. Pero él es intendente. A eso se refieren cuando hablan de candidaturas testimoniales.

¿Les gustó, no? El ejemplo.

TRABAJO PRÁCTICO Nº 6: RESUMEN DE UN LIBRO

LIBRO: GILDA, LA VIDA DE UN ÁNGEL.

ESCRITOR: NILS GHERARDI.

Edición de la revista SEMANARIO.

* Miriam Alejandra Bianchi, "Gilda", nació el 11 de Octubre de 1961 en Buenos Aires. Sus padres, Omar Bianchi e Isabel "Tita" Scioli, querían ponerle Gilda a su primera hija, por una película, donde trabajaban Rita Hayworth y Glen Ford. No pudieron porque, en ese entonces, la autoridad tenía una lista de nombres permitidos y sólo el silencio y la negativa para los otros.

Miriam vivía junto a su familia, en la calle Baigorria, Devoto. En una calle de familias de clase media con sus problemas y esperanzas. Una calle sin pretensiones. Tenía cuatro años cuando nació su hermano Omar, el que completó el grupo familiar compuesto por el matrimonio, la hija mayor y la abuela, Carmen.

Cuando Miriam se convirtió en Gilda, dijo una vez que Omar era más que un hermano. "Es parte de mi corazón" dijo.

Su infancia:

A los cuatro o cinco años se acercó al piano de su madre Tita y trató, a pesar que sus dedos no alcanzaban las teclas de marfil, tocar una canción. Desde aquel día Miriam nunca dejó de cantar, y jugar a ser una estrella. Modelo, a veces; actriz, otras;cantante, siempre.

Cursó casi toda la primaria en el Instituto "Nuestra Señora del Buen Socorro", ubicado en Villa Luro. La disciplina era muy fuerte.

Cuando fue mayor se casó con Raúl, cantó alguna noche, después que su hija Mariela se quedara dormida. Raúl la escuchaba con una mezcla de orgullo y miedo. Contento por vivir con ella. Apenado por el convencimiento que la iba a perder, pero no podía cortarle las alas. Y sin darse cuenta, Raúl hizo todo lo posible por perderla.

Gilda recién a los 27 años abrazó la carrera de cantante. "No quiero irme con las manos vacías al final de mi vida", dijo un año antes de su muerte, como si presintiera.

"Tuve- recordaba Gilda cuando los periodistas le preguntaban por su infancia- una crianza cerrada y estricta". Por eso era tímida. Sólo frente al público aprendió a soltarse. En muchos sentidos su carrera es un mensaje.

"Yo me disfrazaba con viejos trajes de mamá y de mi abuela- recordaba Gilda-. Me gustaba jugar a que era artista, y hacía funciones en mi casa. Mi papá me hizo una vez un micrófono de madera, y yo cantaba tomándolo con las manos como si fuera uno de verdad.

De igual modo, la pusieron a estudiar danza, en un taller que quedaba a tres cuadras y media de su casa, cuando cumplió ocho años. A los 13 años, ya medía un metro setenta.

Desde hacia tres años, la salud de su padre se deterioraba. El buen corazón de Bianchi quería irse a descansar. Mucho tiempo después, Gilda escribió un tema que es más que un poema dedicado al amor perdido o un reproche a un hombre desamorado. Algo de la pena por su padre debe haberse infiltrado en esos versos.

"Marcó su huella y echó a andar,

dejando lágrimas de amor

en su mirar

Ay, corazón herido"

Todavía, en esos años, se sentaba al piano, pero había aprendido, sola, a tocar la guitarra.

El primer cambio:

Entre 1969 y 1970 la familia decide mudarse a Villa Lugano. La mudanza no fue gratuita, puesto que se trataba de un cambio de trabajo de su padre. Gil comenzó a asistir a clases en la Escuela Mixta Municipal "República de la India". De aquella época datan sus primeros versos.

Con algunas vecinitas formó un grupo que preparaban pequeñas obras de teatro. "Hacíamos la adaptación de los cuentos que leíamos, de alguna película, de una comedia. Nos divertíamos mucho, en especial con Anita María y Andrea, que vivían en la misma cuadra". A Gilda siempre se le iluminaban los ojos cuando hablaba de la pequeña Gil.

Durante siete años, que duró la enfermedad de su padre, la familia tuvo que reducir los gastos. Todavía no llegaban a la "pobreza extrema" que conocieron posteriormente, una vez consumado el deceso del jefe del hogar.

Miriam Bianchi pasó a ser alumna del Instituto "Sagrada Familia", donde cursaba la secundaria. Llegaron los 15 y los 16 años. Y fue en esa época en que Omar, su padre, entregó su alma a Dios.

Cosas de mujer:

"La verdad es que mamá me daba unas palizas bárbaras- decía entre risas, ya famosa en el mundillo de la bailanta, cuando los periodistas insistían en que desnudara para ellos su vida entera-. Pero a la distancia- agregaba- y ahora que tengo dos hijos, la entiendo: no es nada sencillo ser madre y padre a la vez". Esto lo dijo a los 32 años, cuando ya su matrimonio se había disuelto.

"No creo haber sido mala hija- recuerda Gilda esos años- era que me gustaba salir con mis amigas, ir a bailar, conocer chicos, y mamá no me dejaba. Como no me dejaba yo me escapaba, porque los jóvenes siempre son rebeldes".

Gilda terminó el secundario y logró que la aceptaran en el Instituto Eccleston, pese a ser tan joven, para estudiar la carrera de maestra jardinera. También, inició el profesorado de Educación Física. Era una maestra ejemplar, se encargaba de las salitas de tres y cuatro años. Le encantaban los niños.

Todas las penas, hasta las más grandes, quedan atrás. "Las penas son como las heridas-dijo una vez Gilda- si no te matan podés seguir haciendo lo tuyo".

Acercándose a los 18 años conoció al primer hombre importante de su vida: Raúl Cagnin, empresario, fabricante de escobas. Eran tan diferentes uno del otro, que el amor fue inevitable, como la triste separación.

Cuando acabaron su historia, Gilda y Raúl tenían dos hijos. Constituían una pareja perfecta, decían algunos. Pero las apariencias engañan. Cuando ella se fue con Toti Giménez, llevaban mucho tiempo sin compartir ni la cama ni el desayuno. El amor se había agotado.

Gilda tuvo a los 24 años a Mariela, hija de Cagnin. Se habían casado porque estaba embarazada y Tita, madre de Miriam, se lo ordenó.

"Gil necesitaba el amor, todo el amor. Y si su marido no se lo podía dar, lo buscó en otra parte. Sin amor, ella no podía vivir", dijo Edith, prima de Gilda.

Después del parto de Fabricio, Miriam había quedado con algunos kilos de más. Éstos no afectaron su "look", al contrario. Pero eso, sumado a todos sus problemas, hizo que se enferme. Padeció lo que, para ese entonces y ahora, hace estragos en las mujeres jóvenes: Anorexia.

En 1990 en el Oeste de Buenos Aires, el Club "Versalles" tenía un bien ganado y antiguo prestigio como lugar tranquilo, familiar y elegante. Allí debutó un día, en un desfile, Miriam Bianchi. Lo hizo para hacerle un favor a una amiga, que tenía un negocio de modas, por una parte, y por sacarse las ganas que habían quedado pendientes desde el "no" rotundo de mamá Tita cuando la invitaron, hacia años, a la Asociación Argentina de Modelos.

No se asombró al encontrarse cantando en un recital improvisado. Allí conoció a Toti Giménez, quien se acercó y dijo: "Vos podrías cantar como profesional". Para entonces, había contado que trabajaba con Ricky Maravilla.

Aunque, después de la muerte de Gilda, Toti dijo que la conoció por un aviso de una convocatoria para voz femenina, donde asistió. "Me enamore de ella apenas la ví", aseguró.

Fue un flechazo mutuo que los estremeció hasta el fondo, en el alma y en el cuerpo. Un flechazo que los mantuvo unidos desde esa vez y hasta que la muerte los separó.

Ella, en realidad, nunca se separó de Cagnin.

Poco después de conocer a Toti, Gilda comenzó a cantar profesionalmente. Y él iba con ella a todas partes.

Su carrera:

Gilda ya era Gilda con todas las de la ley en el mundo del espectáculo. Trabajaba casi sin respiro entre la noche del Viernes y la madrugada del Lunes. Durante la semana ensayos, visitas a los diarios o revistas, a las radios.

Alguien grabó un espectáculo que realizó en un club de barrio y- dicen- lo envió al colegio donde ella trabajaba. Tuvo que renunciar.

En 1990 Gilda recibió un cheque por 1.000 dólares por conceptos de derechos de autora. Vendió la letra de su tema "Total" a Flavia Palmiero, para un programa infantil "La Ola Verde". Toti la había recomendado. También hizo el doblaje de la voz de una de las cantantes del grupo Las Primas.

Con uno o dos casetes recorrió sellos grabadores, radios, canales y productoras de televisión.

En 1992, Toti formó el grupo Crema Americana. El grupo fue útil para que Gilda se sacudiera el aire de maestra jardinera y entonara con más audacia. Fue un año difícil, pero rico.

En 1993 José "el Cholo" Olaya, un productor musical, vió y escuchó cantar a Gilda en un local llamado "La Casona", en el centro de Buenos Aires. Se interesó en ella, habló con Toti y un par de semanas después se vieron. Ese año y con el sello Magenta, grabó "De corazón a corazón". El disco significó la disolución de Crema Americana. Aunque comenzó a escucharse mucho, cayó bien y la gente vió en Gilda algo diferente, el disco no funcionó por falta de calidad.

Su primer éxito discográfico fue en 1994 "Gilda, La Única", también producido por el Cholo Olaya.

"Yo a ésto lo vivo como un sueño, y va a durar lo que dure- dijo cuando comenzaba a comprender lo que la prensa denominaba "las mieles del éxito"- Total- agregó- no me voy a morir sin saber de que se trata". No se detuvo jamás a pensar en la envidia. Su himno de juventud había sido Rasguña las piedras.

En 1995 grabó su tercer disco titulado "Pasito a Pasito". Fue un éxito que la proyectó definitivamente. Y en 1996, el año trágico, publicó su cuarto álbum: "Corazón Valiente".

El último minuto:

El 7 de Septiembre de 1996, al filo de las siete de la tarde, un camión de carga embistió al micro donde viajaban Gilda, su familia y su banda. Los muertos además del conductor del micro- según el recuento policial- fueron: Isabel Scioli de Bianchi, Miriam Alejandra Bianchi, Mariela Alejandra Cagnin de 10 años (el acta no las identificó como madre, hija y nieta, respectivamente), Raúl Otero Larrosa, Gustavo H. Babibi y Enrique Tolosa. Las ambulancias subieron a las siguientes personas: Fabricio Cagnin de ocho años, Juan Carlos Giménez "Toti", Daniel de la Cruz, Ricardo Fuentes, Guillermo Ahimo, Manuel Vázquez Durán, Osvaldo Villalba y Luis Mores. Todos ellos, menos Fabricio, de profesión músicos.

Con heridas menos graves y leves, fueron rescatados Marcelo Manrique Edwin, José Márquez, Mario Riquelme y Rubén Politimo.

Renato Santana, el chofer del camión y responsable del hecho- que la policía, los tribunales de justicia y los testigos atribuyeron a una maniobra imprudente- resultó con una pierna fracturada y contusiones varias. La versión oficial señala que Santana-brasileño, empleado de la firma Transflor- intentó pasar a otro camión antes de llegar a la curva en la Ruta 12, a la altura del kilómetro 129. La maniobra insumió más tiempo del esperado, por lo que se estrelló de frente con el vehículo en el que se registraron las víctimas, que circulaba a una velocidad normal. El paraje donde sucedió se llama Villa Paranacito.

Gilda creía, y así lo decía: "Cuando se tiene que dar, hay que dar". Tuvo mucho para dar, y nunca se negó a hacerlo. En cada show, para ser claros, "entregó el alma".

Quería ser la abanderada de la "movida tropical" para dignificarla.

Antes de morir, Gilda gozaba de una fama ciertamente incómoda. Había gente que le atribuía poderes especiales para sanar, pero siempre negó.

Luego del accidente, cuando Toti estaba hospitalizado, recordó que el casete con lo último de Gilda se encontraba en el ómnibus. Así fue como Reynaldo Lio, su representante, viajó al lugar del hecho, y milagrosamente encontró la cinta tirada en la banquina. Gracias al gran equipo de músicos y colaboradores, la tecnología y la computación lograron grabar "Entre el cielo y la tierra". Que contiene cinco temas cantados por Gilda, los cuales fueron grabados en una tarde de ensayo en su casa, entre mate y mate.

Todos los 7 de Septiembre, recordando el día en que se accidentó en la Ruta 12, en el cementerio de la Chacarita (Entre Rios), se reúnen más de 20.000 personas para rendirle homenaje a la última "santa pagana" argentina.

TRABAJO PRÁCTICO Nº 5: LA CARTA

San Fernando del Valle de Catamarca, Sábado 09 de Mayo de 2009

Querida Abuela:
Hoy, me desperté pensando en vos y extrañándote como siempre. Desde que llegué acá, con mis papas y Mary, todo se me hizo más difícil. No puedo visitarte seguido como antes, porque ahora estamos más lejos. Y aunque te llamo, necesito ver cómo estás y acompañarte.
Gracias a Dios, aquí estamos muy bien. Mis papis trabajando, mi hermana en la facultad de Derecho. Yo, con lo que me apasiona, Comunicación Social. Hice buenos amigos, tengo de compañero a un ex alumno de mamá. Una casualidad, los dos somos de Esquiú- La Paz y el primer día de clases nos sentamos juntos. La carrera es muy linda y estoy aprendiendo mucho.
Ya tengo mi grupo de estudio. Me siento muy cómoda. Aparte, como te había dicho, mi amiga Yamila ingresó conmigo a la carrera y eso me puso muy contenta.
Además, sigo en la Academia de Danzas Árabes. Estoy en el tercer año del profesorado. Tendrías que ver las nuevas coreografías, son muy bonitas. La última que hicimos es un tema de árabe fusionado con reggaetón, titulado "Candy Shop". Al mismo tiempo, estamos practicando ritmología con los chinchines, que son dos pares de discos metálicos y pequeños que nos colocamos en los dedos pulgares y mayor de las manos. Similares a las castañuelas, pero, de las odaliscas. Con ellos, seguimos el compás de la música.
Ahora no tenemos clases en la Mutual de Policías Retirados, cerca de casa, sino en la escuela de la Chacarita. Se dio por el embarazo de la profesora, puesto que vive cerca de allí y era más cómodo. Dio a luz el 6 de Abril, tuvo mellizos, una nena y un nene. Son hermosos, solo que se adelantaron un poco. Gracias a Dios todo salió bien y están sanitos. Desiré y Julito, sus otros hijos, están contentísimos con los nuevos hermanitos. Y ni que hablar de la "profe", está radiante.
Hablando de danzas árabes, te comento que hace un par de semanas di mi primera clase. Se sintió lindo enseñarles a las nenas. Ese día me emocioné mucho. Les di una clase de Saídi, que es la danza del bastón.
Cambiando de tema, el fin de semana pasado, aprovechando que era largo, viajamos a Esquiú. Me dio mucha nostalgia entrar a mi casa de nuevo y verla prácticamente vacía. Viví dieciséis largos años y es imposible que no me caigan lágrimas cada vez que recuerdo todo lo que pasé.
Sumado, me encontré con mis viejas amigas. ¡Hace tanto que no nos veíamos! Y a pesar que nos manteníamos en contacto por teléfono, se me llenó el alma cuando las vi y comenzamos a contar lo que nos ocurrió en todo el tiempo que no estuvimos juntas.
Una de ellas, Yamila, tuvo un bebito hermoso, hace muy poquito, que se llama Alan.
Lo noté cambiado a mi pueblo. Quizás un poco más tranquilo, ya que muchos de mis ex compañeros viajaron a estudiar en otras provincias. Victoria cursa Administración de empresas en Neuquén, Yanel estudia Secretariado en Olavarría (Buenos Aires), María Luisa sigue el Profesorado de Tecnología en Recreo- La Paz, y otros están aquí, como Gustavo estudiando Derecho, Leo y José como Asistentes de computación. Franco estudia Contaduría, Julio Ingeniería en minas, Cynthia Psicología, e Ivana estudia Biología. Te darás cuenta, todos pudieron seguir estudiando.
Después pasamos por Frías. Estuvimos en casa de la abuela Adela. Está bien por suerte y me dijo que te envíe saludos de su parte. Quienes también te envían saludos son los tíos Sergio y Claudia, mis primitas Maira, que está en quinto año, re- grande, estudia también Gimnasia Rítmica, y Samira que ya aprendió a contar hasta diez.
La plaza 9 de Julio fue remodelada y no sabes lo linda que quedó, tiene luces en el piso, en el césped al costado de los árboles; una fuente con aguas danzantes, antena para Internet y las banderas de Frías, Santiago del Estero y Argentina. La verdad es que hicieron un gran trabajo.
Al día siguiente, Mary y yo, nos juntamos a tocar la guitarra con nuestros amigos del grupo La Tira: Pablo y Juan. Matías no pudo ir porque estaba de viaje en Jesús María. Fue muy divertida esa tarde. Los chicos nos regalaron su segundo CD, titulado "Destinos". El cuál tiene, según mi opinión, el mejor folclore santiagueño.
Alejandro, el profesor de guitarra de mi hermana, tuvo una beba hace unos meses, es bellísima. Se llama Rocío Marylin, la van a bautizar en Julio y eligieron a Mary de madrina. Ella está re feliz por eso.
Esa noche también visitamos a la tía Ana y, cerca de la una de la mañana, la acompañamos con mi papá a la terminal, porque tenía que viajar a Córdoba por razones de trabajo.
No puedo dejar de contarte la gran alegría que me dio encontrarlo al tío Tito, que como vos bien sabrás María Elena, la hija mayor, ya hace cinco años que se recibió de médica, está casada con un empresario de apellido Yadón y tiene dos hermosos varoncitos. Mientras que Horacio, que es otro de mis primos, está recibido de ingeniero y vive en Barcelona (España).
Juan Manuel, que es el menor, se recibió de ingeniero en sistemas de computación y ganó un premio internacional como uno de los mejores ingenieros del mundo, con tan sólo 22 años. En reconocimiento a su capacidad, recibió una importante propuesta desde Estados Unidos para trabajar allí. Para ello tendría que firmar un contrato por el término de dos años, pero prefirió quedarse en Córdoba, donde también fue contratado por una prestigiosa empresa de computación, la cuál le está pagando en dólares un interesante sueldo que lo tentó a quedarse allí.
El tío Tito ya se jubiló como médico, cerró la clínica, indemnizó a todos sus empleados y en el edificio donde funcionaba, puso un hotel llamado La Fortaleza. Tiene pensado además, dedicarse a la cría de ganado vacuno y caballos de raza, en un campo que tiene en el Departamento La Paz. La verdad, es sorprendente su espíritu y lo noté muy orgulloso por el progreso de mis primos.
El Domingo, a la mañana, salimos de Frías hacia Icaño. Allí visitamos a la tía Betty, Ruth y Pilar. Están re grandes mis primitas, y Pili, la más chica, está re picara.
Ese día almorzamos con ellas en su casa, luego fuimos a caminar hacia la fuente de la plaza principal y mi prima Ruth fue a ver la carrera de motos que se organizó en el hipódromo. A la tarde, partimos hacia aquí. Llegamos aproximadamente a las 21:30 horas.
Al otro día, todos volvimos a nuestros quehaceres y trabajos. Había salido temprano a hacer unos trámites y al regresar a casa, me di con una sorpresa, mi mejor amiga vino a visitarme. Desde Febrero que no nos veíamos. Me contó que está estudiando Inglés y que por suerte todo le está yendo bien a ella y a su familia. La invité a almorzar y recordamos muchas cosas de la época del Polimodal. Esa fue una hermosa etapa de nuestras vidas.
Por otro lado, tengo dos amigos que viven en Valle Viejo y vinieron a visitarme ayer. Hacen música folclórica y me gusta mucho su estilo, se llaman Jony y Darío, son hermanos, uno toca la quena y el otro la guitarra. Antes tocaban en el grupo Resonancia. Las veces que tuve tiempo fui a verlos en sus presentaciones y creo que tienen mucho talento.
Con respecto al dengue, como te conté por teléfono, se sigue fumigando y limpiando la ciudad. Pero desde que surgió la gripe porcina en México o gripe A (como la denominaron ahora), podría decirse que el tema dengue quedó en un segundo plano. Igual en casa, seguimos previniendo con tabletas, espirales y repelentes. Es necesario cuidarse porque es un caso serio. Pero no te preocupes, nosotros estamos bien.
Espero que por allá todo esté bien también, imagino que el tío Koki debe estar contento porque llovió. Eso le hace bien a la cosecha. Además, me encantaría ir pronto para andar a caballo, hace mucho que no lo hago. Ojalá el tío haya podido hacer amansar a mi caballo Rodrigo, estoy ansiosa por volver a verlo.
Extraño mucho las mateadas a la tardecita, bajo la mora, con vos y el tío. La próxima vez que vaya te voy a llevar unas facturas riquísimas. Las hacen en la panadería nueva que está en diagonal a casa. A mi, me encantaron y espero que a vos también.
Si Dios y la Virgen así lo permiten, vamos a ir en las vacaciones de Julio, o quizás podemos ir antes, para festejar tu cumpleaños. Esa es, en realidad, la intención.
¡Te quiero mucho abu! Deseo que estés bien. Cuídate mucho, por favor.
Decile al tío que, desde acá, todos le mandamos saludos.
Después, cuando te llame, te voy a confirmar la fecha en la que vamos.
Te mando un beso y un abrazo grande.
Con cariño. Emilce.

P/D: Cuando vayamos, te llevo las fotos de mi fiesta de egresados.